¡...El Hada Sin Alas
Era se una vez un hada que nació en un país muy lejano. Su madre quería que se llamara Mar, pero su padre, el rey Bondad, decidió que se debía llamar poema.
Generosidad, que era su madre, pensó que nunca la llegaría a ver crecer. Estaba muy ilusionada con haber dado a luz un hada, soñaba con lo bella que sería. De todas formas a Generosidad la trataba mal la vida y Poema era un problema para ella, siempre estaba por delante!!!
Por esta razón a Poema la criaron Ternura, el rey Bondad y la princesa Dulzura.
Mucha gente se preguntaba cómo podía haber nacido un hada de dos seres humanos. Los dioses, al ver la gran belleza del alma del rey Bondad, decidieron que una de sus hijas sería un hada y que viviría eternamente.
Poema adoraba a su madre y se pasaba la vida besándola. Generosidad no quería tantas zalamerías, pues su mundo estaba lleno de problemas
El rey Bondad mandó a Generosidad de vacaciones con Poema y Dulzura. Ternura las acompañó. El rey añoraba ver a su madre, Sacrificio, y preparó todo para que se quedara su familia en ese país para siempre.
Así Poema se vio en un nuevo lugar y conoció a Sacrificio, que era su abuela.
El hada Poema creció muy tímida. Su madre la quería, pero…estaba decepcionada con su hija. Este hada no era tan bella como Generosidad soñó que sería. Dulzura no era un hada y era bellísima. Qué decepción!!!
Poema siempre estaba triste, pero muy pronto empezó a despertar en ella un sentimiento muy bello, el del amor. Empezó a conocer a bellos príncipes y se sentía querida, algo tenía que atraía mucho a estos. ¿Sería por ser un hada? Seguramente!!!
Su balcón siempre estaba lleno de ramos de flores; su buzón lleno de anónimos de enamorados, y sus oídos siempre escuchaban palabras de amor…
Un día se fijó en el príncipe Orgullo, todas sus amigas lo adoraban y ella se enamoró por primera vez. Era una niña, pero el amor no tiene edad…
Orgullo, aunque siempre haciéndose el interesante, se enamoró de Poema, ya no le importaban las princesas que tenía tras él. Él había encontrado un hada. Se comprometieron y eran felices…
Pasado u tiempo, el hada Poema se empezó a dar cuenta de que Orgullo no se interesaba por todas las cosas que llenaban su alma: la poesía, el romanticismo, el prójimo, la justicia… tantas cosas!!! Empezó a ser menos feliz junto a él. Pensó en dejar a su príncipe y encontrar a alguien que se asemejara más a ella, pero….pobre Orgullo, él sufriría y Poema no podía ver sufrir.
Pensó que quizá los demás príncipes serían parecidos y puso en su mente formar una familia. Seguramente crecerían sus hijos llenos de amor.
Llegó el día de la boda y Poema se sentía muy mal, tenía mucha fiebre. Quizá eran los dioses que se confabulaban para que no formara una familia, pero…al final, uno de los dioses, el dios Equivocación decidió que aunque fuera un hada y Orgullo no pensara como ella, se debía de casar.
Orgullo adoraba al hada y la construyó una jaula de oro para que habitase en ella. Pero decidió quitarle sus alitas, así se asemejaría más a él. A Poema nada la importaba, estaba pensando en formar su familia, quizá sin alas le sería más fácil.
Por fin se llenó de felicidad porque los dioses le concedieron dos hijos: Arte y Amor.
Poema se sentía cada día más alejada de Orgullo, le amaba como a un hermano, pero eso no era el amor con el que siempre ella soñó. Se sentía triste en su jaula y extrañaba sus alas. Volcó todo su amor en sus hijos. Su mundo fueron ellos.
Cuando Arte y Amor crecieron se separaban más tiempo de Poema. Poema se sentía sola, aun sin sus alas seguía habiendo príncipes que se enamoraban de ella, pero ya no quería enamorarse de ninguno; al fin y al cabo sería un hada enamorada del amor, ya que el amor nunca la defraudaría.
Entregaba su amor a la gente que creía que la necesitaba y se sentía querida por todos, pero el amor romántico con el que siempre soñó, lo guardó en un cofrecito. Sabía que las hadas eran eternas y que algún día los dioses la llamarían a su presencia para decidir el resto de sus días, cuando se hubiera acabado su labor en la humanidad. A ellos les entregaría el cofre, porque sabrían lo que había que hacer con tanto amor acumulado en él.
Un día Poema vio a su hijo Arte asomado a una ventana de sueños, allí el se divertía hablando con gente a la que no veía. Ella decidió hacer lo mismo. Se aficionó a conocer a la gente del mundo de los sueños. Siempre intentaba ayudar con sus palabras, ya que al no tener ya sus alas, no podía hacerlo de otra manera. Se sentía tan querida….todos la decían cosas bellas.
Cada persona se mostraba en una nube. –en el mundo de los sueños había reyes y reinas, príncipes y princesas, y caballeros y damas. Seguramente habría gnomos, hadas y duendes, pero Poema no los conocía.
Una noche, cuando poema salía de su jaula y conectaba con el mundo de sueños, estaba hablando con un caballero; de repente apareció otra nubecita, pero este personaje era por lo menos un rey!!! Se despidió del caballero y comenzó a hablar con él. Qué simpatía!!! Poema quedaba admirada y….que cosas tan bonitas le preocupaban. Él amaba la vida, los sueños, la poesía….Estaba lleno de sensibilidad. Poema nunca conoció a un humano igual, llegó a pensar que sería un duende, pero…no. Era un dios, el dios de la belleza y de las aguas; su nombre era un poco complicado, se llamaba UKDSY. Había nacido de un humano, el rey Esfuerzo y de una bella flor, la rosa. Por esa razón le encantaba pasear por la tierra.
Poema y UKDSY hablaban algunas veces. Ella se enamoró del dios, le parecía todo un sueño. UKDSY había tenido muchos amores en la tierra, tenía a las princesas más bellas jamás soñadas.
Poema le producía un poco de curiosidad, nunca había visto un hada sin alas…
Un día Poema decidió abrir el cofre en el que había guardado todo su amor, se lo entregó todo a UKDSY. Comprendía que no podría ser amada por un dios, y mucho menos por el dios de la belleza.
UKDSY le ofreció su amistad, una amistad para siempre. Sabía cuanto le amaba Poema, pero….un hada sin alas…No la podría entregar su amor, y además no confiaba en un hada tan rara.
Poema decidió que todo su amor se lo entregaría a UKDSY. Ya no le presentaría el cofre a los dioses, ya nunca conocería lo que era amar y ser amada; pero no importaba. Se vaciaría de amor hasta que el agotamiento la llevara hacia ellos. Ya no quería ni ser eterna. No quería vivir vidas como la que había conocido.
Su dios había preferido el amor de los humanos al de las hadas; sus alas ya no existían, su amor se había agotado. Lo entregó todo y se hundió en un profundo sueño. Los dioses la recogieron, la intentaron reanimar y quisieron recomponer sus alitas; pero Poema ya no quería la eternidad. Les rogó a los dioses que nunca jamás la despertaran.
UKDSY vive feliz entre los humanos, espera a la princesa de sus sueños y sabe que pronto la tendrá. Él es un dios y no puede ser abandonado por ellos. Su hada le dejó todo su amor y sus sueños. De ella aprendió que siempre hay que luchar por lo que se ama, aunque se deje uno en ello la misma vida.
Cuando encontrara la princesa de sus sueños no la dejaría irse, tendría el coraje que le enseñó Poema en el amor.
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