Burbujas que llora el mar,
lamentos de mojarrita
porque siendo tan chiquita
le cuesta un poco nadar
intentando atravesar
el océano profundo
silencioso, tremebundo,
oscuro, monumental.
Pero su amiga la espera,
una anchoa aventurera
que tiene su casa hundida:
una ánfora perdida.
Mojarrita entre arrecifes
se esconde del pez espada,
entre corales cuidada
porque el mar es peligroso.
-Aunque este jardín frondoso
me proteja por un rato
¿cómo llegaré enterita
a la casa de anchoita?
Una sirena nadaba
y lamentos escuchaba,
entonces con gentileza
la llevó hasta la penumbra,
noche del mar, tan profunda
que daba miedo llegar.
En ánfora y con tetera
la espera su compañera.
las dos comparten merienda
en casita iluminada,
conversan acaloradas
sobre leyendas del bosque
y en esa vasija vieja
cuentan cuentos de princesas.
Autora: Cecilia Maurig
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